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Nadie quiere las vacas que destruyen la Amazonia
25/06/2009  SOITU
Se suceden los anuncios de empresas para dejar de comprar reses de áreas deforestadas Hay 21 procesos judiciales abiertos en el Estado de Pará contra haciendas y mataderos

En Brasil el nuevo enemigo ambiental nº1 tiene cuernos y rabo. Coincidiendo con la denuncia realizada a comienzos de este mes por Greenpeace sobre la estrecha relación entre la ganadería y la destrucción de la Amazonia, una investigación del Ministerio Público Federal en Pará ha desencadenado toda una ola de anuncios de organismos y empresas para dejar de comprar reses involucradas con la deforestación. 

 

En soitu.es viajamos con la organización ecologista a la selva brasileña para comprobar allí mismo el impacto de grandes explotaciones de ganado para carne o cuero en este valioso ecosistema:

 

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Poco después, comenzaba toda una reacción en cadena cuyos últimos hitos se han producido esta misma semana. Por un lado, el presidente de la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carnes (Abiec), Roberto Giannetti da Fonseca, se comprometía en el Senado de este país a suspender la comercialización de ganado procedente de áreas de selva destruidas de forma ilegal. Y, por otro, en la lista de adhesiones a la moratoria para comerciar con este ganado solicitada por Greenpeace se sumaba un nuevo nombre importante: el grupo cárnico Marfrig.

 

La investigación: Casi a la vez que la denuncia de Greenpeace, la bomba saltaba por una investigación del Ministerio Público Federal del estado de Pará que, por primera vez, conseguía seguir la pista en el mercado a los rebaños criados en áreas deforestadas de forma ilegal. El resultado era la apertura de 21 procesos judiciales contra haciendas y mataderos a los que se pide unas compensaciones millonarias por la destrucción de más de 150.000 hectáreas. Además, el Ministerio Público Federal advertía a grandes cadenas de supermercados, como Carrefour o Wal Mart, que dejaran de compran estos productos si no querían ser también demandadas.

 

Los supermercados: Poco después, la Asociación Brasileña de Supermercados (ABRAS) anunciaba que las tres mayores cadenas de supermercados del país, Carrefour, Wal-Mart y Pão de Açucar suspendían de forma inmediata las compras a las haciendas involucradas con la destrucción de la Amazonia. Además, estas grandes cadenas indicaban que solicitarán a sus suministradores una auditoría independiente y de reconocimiento internacional para garantizar que no comercializan productos procedentes de áreas deforestadas.

 

El Banco Mundial: Desde fuera de Brasil, el Banco Mundial también reaccionaba y suspendía un crédito de 90 millones de dólares con el grupo brasileño Bertin, la principal empresa acusada por Greenpeace y una de las procesadas por el Ministerio Público Federal del estado de Pará.

 

Marcas de calzado: La marca de zapatillas Adidas se reunió con Greenpeace en Alemania y se comprometió a estudiar el origen del cuero de sus suministradores. Según la organización ecologista, en este encuentro, estuvieron también en contacto telefónico representantes de Nike, Timberland y New Balance. También han dado pasos parecidos, marcas como Geox y Clarks.

 

En España: Greenpeace España asegura que desde el lanzamiento del informe en todo el mundo se han puesto en contacto con la organización varias empresas del país. El grupo Inditex les ha remitido información donde se comprueba que si bien compra cuero a Brasil éste procede de explotaciones argentinas. También han tenido una reunión con Adolfo Domínguez para colaborar y cruzar datos de sus suministradores de cuero. Además, la organización ecologista aguarda una respuesta de la compañía Iberia.

 

"En un año decisivo para el futuro del clima, la deforestación producida por el avance de la frontera agrícola y ganadera está en el ojo del huracán", comenta Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace, "La respuesta del sector empresarial en Europa y Brasil está ayudando a parir un nuevo acuerdo en la Amazonia". Aún así, según este ecologista, "todavía es pronto para cantar victoria, pues numerosas empresas de calzado deportivo como Adidas, Nike o Reebok todavía no se han comprometido firmemente con una moratoria de nuevas deforestaciones producidas por la industria de la carne y el cuero en Brasil".
 

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