El rastro dejado por un gusano marino 'Paleoficus tubularis', que habitó en la Tierra hace 472 millones de años, ha sido localizado en el Parque Nacional de Cabañeros. Se trata del gusano más grande y antiguo encontrado en el planeta, fruto del trabajo de un equipo de investigadores españoles dirigidos por Juan Carlos Gutiérrez-Marcos, un geopaleontólogo del Instituto de Geología Económica (CSIC).
La huella dejada por el ejemplar, que según los investigadores tuvo un metro de longitud y entre 15 y 20 centímetros de anchura, fue localizada durante la campaña del año pasado en una losa de piedra, casi vertical, al borde de un camino de senderismo dentro del parque.
Pero ha sido este año cuando el equipo ha realizado un molde de silicona y un material llamado epoxi para poder estudiar las galerías, que en total tienen unos cinco metros,con gran detalle, un proceso que ha resultado complejo por la ubicación en la que se encontraba.
Gutiérrez-Marcos, a pie de la excavación, explica que "es importante tener estos moldes de las huellas fosilizadas de los animales porque es donde dejan grabado su comportamiento, son señales de vida, mientras los huesos lo son de muerte".
Durante casi tres décadas, el paleontólogo ha estado buscando restos de fósiles en lo que durante la época del Ordovícico Inferior era un inmenso mar y hoy está en el centro de la Península Ibérica.
Frente a la retorcida huella fósil del gusano(las llaman cruzianas), Gutiérrez- Marcos comenta que nunca podrán averiguar cómo era exactamente el gigantesco ejemplar, dado que era un organismo marino totalmente blando. "Pero si sabemos que eran animales que excavaban galerías horizontales en el fondo de la arena del mar, en zonas próximas a lo que era el continente Gondwana, y que habitaban allí. Eran galerías que revestían de mucus por dentro y ello hizo que su interior se endureciera y no colapsaran. Con el tiempo de llenaron de sedimentos".
Fueron unos expertos en sedimentología, de una compañía petrolera, quienes confirmaron al equipo del CSIC que se trataban de sedimentos marinos. Y seguramente serían aguas frías por su cercanía al Polo Sur. "Cuando los animales viven a baja temperatura tienden a crecer más y ello podría explicar su gigantismo, aunque es algo que no podemos probar", asegura el científico bajo un sol abrasador, que confirma que Cabañeros, hoy, está muy lejos de ese polo antártico.
Este mismo años, científicos británicos presentaron otras huellas de gusanos gigantes, de tamaño similar, encontradas den Devon, pero son mucho más recientes: del Pérmico Superior (hace 260 millones de años). Además, en ese caso se trataba de gusanos de agua dulce.
Crucianas de trilobites
En esta campaña en Cabañeros, el investigador portugués Artud Sá, de la Universidad de Vila Real también ha estudiado el molde de una pared de Cabañeros en la que se acumulan las cruzianas con infinidad de huellas de trilobites de hace 465 millones de años. En un auténtico galimatías de señales, Sá ha localizado la existencia de siete especies diferentes de crustáceos del Ordovícico y algunas madrigueras de gusanos.
Los paleontólogos no solo descubren cómo hacían sus rastros (yendo hacia adelante o hacia atrás) sino que pueden averiguar si se trata de madrigueras o solamente estaban buscando comida en función de las profundidades.
Una de las tareas más complejas en el caso del 'P. tubularis' ha sido transportar y, posteriomente, elaborar el material para hacer el molde, que pesaba más de 100 kilos. Este ha sido el trabajo de Eleuterio Baeza, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Estas investigaciones están financiadas dentro de un proyecto del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, dado que se quiere que el Parque Nacional de Cabañeros los visitantes puedan realizar rutas en las que conozcan la riqueza paleogeológica del lugar que pisan en el que, hubo un día, en que era bañado por las olas y agitado por auténticas tempestades. |