Este proyecto que tiene en marcha la Consejería de Medio Ambiente (CMA) en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), comenzó en 2003 y hasta la fecha se han liberado 104 ejemplares traídos de Alemania, Escocia y Finlandia, países con poblaciones estables de la especie y con los que desde entonces se mantiene un convenio de colaboración.

El objetivo final del proyecto es conseguir que en Andalucía se asiente una población reproductora estable de la especie y el primer paso para conseguirlo ya está dado, pues durante la primavera-verano de 2009, la primera pareja de águila pescadora asentada en el Paraje Natural Marismas del Odiel (Huelva) ha conseguido reproducirse con éxito. Esta pareja, formada por dos individuos liberados en 2006 en el marco del proyecto de reintroducción,ya ocupó este territorio en 2008, aunque no llegaron a iniciar la incubación.
 

Este año regresaron a la misma zona para iniciar el periodo reproductor. Tras 40 días de incubación eclosionaron los tres huevos del nido y los pollos comenzaron a desarrollarse según lo previsto. Durante la última semana de junio, los tres pollos iniciaron sus primeros vuelos por los alrededores del nido, vigilados por el personal de la CMA.

También durante este año otra pareja de águila pescadora se ha reproducido con éxito en el embalse de Guadalcacín (Cádiz). En esta ocasión no se trata de ejemplares liberados sino de población silvestre. Los técnicos afirman que la presencia continuada de jóvenes liberados ha estimulado a la pareja que, finalmente, se ha reproducido en la zona, sacando adelante dos pollos que actualmente realizan sus primeros vuelos.

Tanto en Huelva como en Cádiz, cada pareja ha sido vigilada diariamente para asegurar que no eran objeto de molestias que pudieran ocasionar el fracaso reproductor y, por otro lado, hacer un seguimiento del comportamiento de cada pareja y de la reproducción.

Los pollos fueron anillados días antes de iniciar sus primeros vuelos para así poder reconocerlos.

Se espera que a finales de verano migren hacia África, regresando en unos años convertidos en individuos adultos, listos para reproducirse y contribuir a formar una población reproductora estable y duradera en Andalucía.