El cambio global se acelera y sus consecuencias, mesurables o no, son poliédricas. Lo que afectará a algunos de manera negativa, otros lo pueden ver como una mejora de su ámbito. Los medios (atmósfera, hidrosfera y litosfera) se equilibran modificando la biosfera a un ritmo vertiginoso a escala geológica.
 

Clima, océanos, continentes, biodiversidad, costumbres, paisajes, recursos naturales, patrimonio, ocupación del territorio, bienes, infraestructuras, transportes, ocio, energía, agua... son algunos de los ítems a considerar en el universo del cambio.
 

La jornada ha de considerar no sólo las acciones de mitigación viables sino les previsiones de cambio con  el enfoque de las diferentes parcelas de conocimiento y las respuestas de lucha o adaptación.