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Resumen

La Unión Europea estableció en el año 2000 un marco comunitario para la protección y la gestión de las aguas. La Directiva Marco del Agua prevé sobre todo la definición de las masas de agua europeas y de sus características, por cuencas y demarcaciones hidrográficas, así como la adopción de planes de gestión y programas de medidas apropiados para cada masa de agua.

Mediante esta Directiva y las dos que le siguieron (aguas subterráneas e inundaciones), la Unión Europea organiza la gestión de las aguas superficiales, de transición, costeras y subterráneas, con el fin de evitar su deterioro, prevenir y reducir su contaminación, fomentar su uso sostenible, proteger el medio hídrico, mejorar la situación de los ecosistemas acuáticos y paliar los efectos de las inundaciones y de las sequías. Nueve años después de la fecha de entrada en vigor de la Directiva (es decir este año), deberá elaborarse un plan de gestión y un programa de medidas en cada demarcación hidrográfica teniendo en cuenta los resultados de los análisis y estudios realizados.

A propósito de este plan de gestión, el representante del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino centró su intervención en desarrollar la parte más novedosa de la planificación en marcha, enfatizando que por un lado incluye aspectos medioambientales y por otro, se trata de planes más dinámicos, ya que se revisan cada seis años y se ajustan para atender nuevas demandas y exigencias ambientales.

Desde Aguas de Barcelona, se puso de manifiesto el aumento de la conciencia de ahorro de agua entre la población, tal y como demuestran los datos de consumo de agua en España que presentaron; donde la ciudad española más ahorradora es Barcelona, que consume 108 litros de agua por persona y día, frente a los 124 que consumen los madrileños. Parece sin embargo, que se ha llegado al límite y que ya es imposible que el ciudadano ahorre más.

La Agencia Catalana del Agua, pionera en la redacción y aprobación de un Plan Sectorial de Caudales de Mantenimiento, presentó sus avances relativos a la implantación de los correspondientes planes zonales cuenca a cuenca, mediante las actuaciones realizadas en la parte alta de la cuenca del río Ter, en implantación de caudales ambientales: un 14% de las masas de agua catalanas están en peligro de no lograr el buen estado ecológico debido a la derivación actual de las minicentrales hidroeléctricas. En el caso del alto Ter, se han estimado unas indemnizaciones por rescate de caudales de 74,7 m3 en 52 años, lo que supondría un presupuesto de 12,15 euros por habitante. Interesante cifra para la reflexión que indica la profundidad del trabajo realizado en Cataluña en estos aspectos.

Por otro lado, también se debatieron a fondo las dificultades actuales y futuras que suponen poder cumplir en España los objetivos de la Directiva Marco del Agua (DMA). Algunos participantes en el debate se mostraron poco optimistas respecto a la consecución de los objetivos para el año 2015, argumentando que la clave de la planificación es la redistribución equitativa de la escasez.

El representante del sector ecologista lanzó una serie de mensajes en torno a los ecosistemas acuáticos y su conservación, asegurando que sin caudales mínimos se afecta gravemente la estructura y funcionamiento de éstos desapareciendo su buen estado ecológico. Destacaron que los caudales de mantenimiento son una solución para frenar e invertir el proceso de degradación, ya que son el mejor aliado del estado ecológico.

Los regantes, representados por su Federación Nacional de Comunidades, FENACORE, incidieron en la necesidad de analizar económica y socialmente las consecuencias que tiene la debatida recuperación de los ríos.



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